La Reina Isabel, tras los pasos de Sherlock Holmes: Protagonista de un curioso libro

No teníamos ninguna duda de que la Reina Isabel destaca por su sentido del humor y por su capacidad para hacer frente a numerosas responsabilidades. Lo que no esperábamos es que, entre sus múltiples capacidades, se encontrara una afición secreta por resolver crímenes. Esto es lo que plantea la segunda entrega de la saga Su Majestad, la Reina investigadora, de la autora británica S.J. Bennett. Un libro que lleva el título de Un caso de Tres Perros.

La novela se centra en el otoño de 2016. Isabel II debe hacer frente a las consecuencias del referéndum sobre el Brexit, a una nueva primera ministra y a unas tumultuosas elecciones en Estados Unidos, pero todo eso pasa a un segundo plano cuando una de sus gobernantas, la veterana señora Harris, es encontrada muerta junto a la piscina. Un suceso que llama especialmente la atención de la soberana, que no duda en hacer uso de sus cualidades como investigadora. Sin embargo, no es este el único suceso que llama la atención de la monarca.

Rozie Oshodi, su secretaria personal, sigue al tiempo la pista de la misteriosa reaparición de un valioso cuadro desaparecido hace tres décadas cuando una serie de cartas anónimas empiezan a circular por los aposentos reales, lo que enturbia la paz de los Windsor y sus trabajadores. A pesar de que las autoridades de Palacio asegura que la situación se encuentra bajo control, la Reina no está convencida de ello, por lo que decide investigarlo por su cuenta, eso sí, en compañía de su fiel ayudante Rozie.

En esta segunda entrega de la serie de misterio, en la que Su Majestad resuelve crímenes en secreto mientras desempeña sus deberes de monarca, la Reina vuelve a demostrar sus habilidades para descubrir la relación entre la muerte de un miembro de su personal y un apreciado cuadro desaparecido. Un libro imprescindible que conquistará a los monárquicos y a los apasionados de las novelas de misterio y que es perfecto para disfrutar este verano.

Este digital ha podido hablar con la autora sobre este nuevo libro y sus próximos proyectos. La autora ha explicado a este portal cómo ha sido el proceso de creación de las obras y la construcción de los personajes:  «La Reina tiene noventa años en este libro, por lo que es una mujer mayor con toda una vida de experiencia a sus espaldas, en este caso, la experiencia de resolver crímenes en secreto. Con la ayuda de su nueva Secretaria Privada Adjunta, una londinense nigeriana llamada Rozie Oshodi, sabe cuándo algo anda mal y tiene el coraje de intentar corregirlo. Sin embargo, no debe parecer que interfiere con los trabajos de los hombres que la rodean, por lo que debe resolver el caso mientras los hace quedar bien», recalca.

En los textos no todo es un fiel reflejo de la realidad: «Me encanta combinar lugares y eventos reales con los elementos ficticios de mis misterios. El programa para reparar el Palacio de Buckingham es real. También lo es el autorretrato de Artemisia Gentileschi en la Royal Collection, que forma parte de este libro. ¿Quién sabe lo que sucede en los túneles debajo del palacio? Es divertido para mí imaginarlo», ha comentado la autora.

Sobre el proceso de escritura, Bennet comenta: «Investigué mucho sobre el Palacio de Buckingham para este libro. Es un personaje en sí mismo, con 775 habitaciones y muchas filtraciones y problemas, que requieren un enorme programa de reformas que forma parte de la trama. Tuve mucha suerte de poder hablar con personas que habían trabajado en algunos de los departamentos que describo, así que tuve una buena idea de lo que sucede detrás de escena», revela la autora.

Aunque en un principio pensaba en escribir una serie de detectives, finalmente apostó por convertir a la Reina en una especie de Sherlock Holmes: «Estaba tratando de escribir una serie de detectives diferente cuando comencé a pensar en la Reina y en lo experta que es en todo tipo de campos diferentes. Es una mujer inteligente, aunque no haya tenido una educación formal. Ella llega a ver el mundo desde una perspectiva única, mientras todos la miran. De repente me di cuenta de lo gran detective que sería, si quisiera. Podía llamar a cualquier experto, pero tendría que hacerlo todo en secreto, para no pisar los dedos de los pies a la policía o al MI5», ha explicado.

Además, le interesó la idea de construir un personaje ficticio sobre una figura real, a la que la gente en realidad no conoce: «Todos pensamos que la conocemos muy bien, pero ella no da entrevistas, así que hay mucho sobre su vida privada y sus pensamientos privados que no sabemos. Deja un gran espacio para que un novelista inserte su propia imaginación. Combinar lo que sabemos y lo que no sabemos es uno de mis grandes placeres al escribir los libros», ha revelado la autora.

Sobre si la Reina Isabel ha podido leer alguna de sus obras, la autora mantiene que no puede estar segura, pero cree que sí:  «Alguien que trabaja en los palacios reales me ha dicho que ha visto El nudo Windsor en el Palacio de Kensington. Conozco a un par de personas cercanas a la Reina. Creo que podría haber sido un buen regalo de Navidad. Me gusta pensar que lo tiene en la mesilla de noche», comenta.

S. J. Bennett, de origen británico, pasó gran parte de su infancia entre Hong Kong, Berlín y Noruega. Se doctoró en Literatura Italiana por la Universidad de Cambridge y trabajó como asesora de estrategia para McKinsey & Co. antes de dedicarse profesionalmente a escribir. Ha publicado diez libros para el público juvenil y ahora triunfa con la saga sobre la faceta menos conocida de la Reina Isabel. Un papel como investigadora que, si bien es ficticio, aporta un curioso enfoque sobre una reina que bate todos los récords.

En estos momentos, la autora está terminando de dar forma al tercer libro de la serie. «Está ambientado en Sandringham, la finca junto al mar donde la Reina siempre solía pasar la Navidad con su familia. Hay un asesinato y esta vez, es muy posible que la Reina conozca personalmente al asesino. ¿Sus investigaciones la pondrán en peligro?», revela antes de comentar que después se tomará un descanso para centrarse en obras más breves.